A las mujeres madres, abuelas, hermanas, a las mujeres todas,
A los medios de comunicación alternativos que no desdibujan nuestros mensajes.
A quienes en su solidaridad abren su corazón porque es más grande el amor a la vida que el temor a la muerte.
A quienes sentimos que el agua vale más que el oro, y que ver crecer a las hijas y los hijos en tranquilidad es la Vida buena.
¡Seguimos andando, nos vamos acercando! reafirmamos la gran enseñanza, los temores se vencen caminando juntas, cantando juntas. Para mucha de nosotras salir a la calle a contarle a la gente la situación de amenaza y destrucción de nuestro territorio nos parecía una cosa muy arriesgada, “yo tenía mucha tembladera al comienzo pero se me paso cuando empezamos a arengar” “yo tenía miedo por la inseguridad de andar por las calles con tanto carro y moto loca pero la guardia cimarrona supo cómo organizarnos”, “lo que a mí me tenía con susto era que llegaran los policías, esos que se ponen cascos y andan con escudos y garrotes para quitarnos los alimentos o llevarnos presas como una ve que pasan por televisión” Y es que es esté país eso es lo que suele suceder cuando la gente pregunta porque no se cumple lo que está escrito en la Constitución.
El gobierno nacional también nos envió razón, nos pidió que delegáramos una pequeña comisión que llegara a Bogotá para hablar del tema de la minería criminal. “Ahora si tienen tiempo” dijimos, nos pusimos a sacar las cuentas de cuantas veces en este año les pedimos que se encontraran con nosotras y decidimos que si podemos encontrarnos con el Gobierno Nacional, cuando este sentado y nuestra Garante sea la Corte, cuando juntas, no será una pequeña delegación, será una reunión con nuestras hijas e hijos, sobrinas, sobrinos, con todas las mujeres que ya se vienen sumando, también la gente dentro de los territorios con presencia de minería criminal se movilizan adentro.
Por lo pronto nos hacemos masajes en los pies, nos cuidamos el cuerpo a causa de la lluvia, y no importa el clima o el tiempo de camino porque como dijeron anoche los jóvenes de la guardia cimarrona, “nos mueve la esperanza y la alegría de regresar a la casa y saber que las retros no están más”. Hemos encontrado el valor del cuidado en este caminar, hemos sido resguardadas en la Casa Campesina en Santander, anoche nos recibió el Palacio de los Pueblos que hacen resistencia y hoy las hermanas de la Casa Cultural de Chontaduro.
Fue bello el compartir con las estudiantes y los estudiantes de Univalle, con las compañeras solidarias, los compañeros solidarios, en Canadá, en Sao Paulo, y la Universidad de Massashusetts. Nos encontraremos hoy con mujeres cortera de caña y música en el Parque Simón Bolívar en Palmira y después cogemos rumbo Buga donde pediremos por la salud de nuestro territorio y nuestras familias y nuestros cuerpos.
Por favor acompáñenos y difunda estos mensajes en redes, y diga en sus redes:
#EscuchenNuestrosPasos #MujeresNegrasCaminan
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